One Pace, el proyecto fan que arregla el anime de One Piece

No sorprenderé a nadie diciendo que el manga de One Piece es mi obra de ficción favorita. Las razones son varias:

• Piratas
• Superpoderes
• Sensación constante de aventura, con toques de humor y drama bien metidos.
• Buen manejo de la historia.
• Evolución de los personajes (No existe el “efecto Yamcha” que acaba afectando a todos los personajes de Dragon Ball menos Son Gokuh y Vegeta)

Pero el mayor mérito del manga, sobre todo comparándolo con otras obras de ficción (y sin limitarnos solo al mundo del manga), es aguantar a un ritmo de publicación semanal desde 1997 sin mostrar signos de agotamiento ni alargamiento artificial. El mayor fan de One Piece es su autor, Eiichiro Oda, y eso se ve reflejado viñeta a viñeta, capítulo a capítulo, y saga a saga.

Sin embargo, no puedo decir lo mismo de su versión animada. Y es que el anime de One Piece lleva años produciéndose bajo la ley del mínimo esfuerzo, sabiendo que, hagan lo que hagan, el empuje del manga va a seguir atrayendo espectadores. ¿Qué cosas fallan? ¿Qué sigue funcionando? En este artículo resumiré mi opinión y hablaré de una alternativa muy digna al anime oficial.

Qué falla

El ritmo de adaptación

Para resumir este punto, digamos que, al principio de la serie cada episodio del anime abarca, más o menos, 2 capítulos del manga, mientras que, desde hace unos 10 años, cada episodio del anime abarca sólo 1 capítulo del manga. Incluso han llegado a haber episodios que han abarcado menos de un capítulo del manga.

Hay mangas que pueden soportar el ritmo de adaptación 1:1, y hay otros que ni siquiera pueden afrontar un ritmo 1:2. En el caso de One Piece, el ritmo perfecto es este último. Cada capítulo de One Piece está plagado de viñetas con contenido sustancioso, pero no el suficiente para rellenar un episodio de 20 minutos de duración.

¿Qué pasó para que el ritmo cambiase de esta manera? Toei Animation, la productora de la serie, se encontró, en la saga de Water 7, con que si seguían a ese ritmo pronto llegarían a tropezarse con el ritmo de publicación del manga. En lugar de mantener el ritmo y cambiar a un sistema con temporadas de descanso (como han hecho otros animes como Gintama o Hajime no Ippo), o meter sagas eternas de relleno (como hizo Naruto), optaron por seguir emitiendo la serie semana tras semana, sin descanso, y ralentizar el ritmo de cada episodio.

La razón de esta decisión es la de siempre, el amor por el vil metal. Toei Animation se ha convertido en una de las peores productoras de Japón, basando su política actual en minimizar gastos hasta cotas absurdas para maximizar beneficios. Actualmente vive exclusivamente de One Piece y de revivir licencias pasadas (Dragon Ball, Digimon, Sailor Moon), todo ello con una calidad paupérrima y vergonzosa, hasta el punto de que las editoras de manga han dejado de venderles licencias de nuevas series para adaptar a animación.

Escenas alargadas

Consecuencia directa del anterior punto. Al tener que cambiar el ritmo de adaptación, la solución es alargar artificialmente todas las escenas. Algunos ejemplos:

• Maratones infinitas: Los personajes se pegan unas carreras que ni en los partidos de Oliver y Benji, es el recurso principal al que recurren para alargar los episodios. Cada vez que un personaje tenga que ir de un punto A a un punto B, tendremos que soportar varios minutos una animación en bucle del personaje corriendo.
• Flashbacks corta rollos: Cuando un personaje que lleva sin aparecer más de 2 episodios haga acto de presencia, o cuando se haga mención a algo que haya ocurrido hace 2 capítulos, se nos meterá un flashback en medio de la escena recordando lo que sucedió. El flashback es un recurso que, bien usado, puede ser muy agradecido. Pero aquí lo prostituyen hasta límites insospechados.
• Primeros planos constantes: Si en una escena hay involucrados 10 personajes, Toei nos mostrará un primer plano de cada uno de los 10 personajes reaccionando a cada frase que se suelte durante la escena.
• Ataques nerfeados: Quien haya visto Dragon Ball recordará los “choques” entre los rayos que se lanzaban los personajes, y cómo iban yendo hacia un contrincante o hacia el otro poco a poco. Esto podía tener sentido en esa serie, y Toei pensó (incorrectamente) que aquí también lo tendría. Da mucha pena ver el ataque final de Luffy en Dressrosa. Un ataque que debería ser contundente y rápido para mostrar lo poderoso que era, se convirtió en un “choque” de ataques innecesario que hizo ver a Luffy más débil en una situación que no lo era en absoluto.

Aunque quizás lo mejor para ilustrar el punto sea el siguiente video hecho por un aficionado en el que ridiculiza los recursos que utiliza Toei para alargar las escenas.

Animación mejorable

No es su principal carencia (ojalá lo fuese), pero ver un episodio de un anime cualquiera y luego ver uno de One Piece es, a nivel de animación, como comer un plato en un restaurante o en un piso de estudiantes.

Hoy en día es fácil saber cuándo un anime pertenece a Toei Animation, solo basta fijarse en la calidad de animación de sus episodios. Y no me refiero sólo al dibujado, sino a la propia animación en sí. Como decía Ibañez sobre la serie de Mortadelo y Filemón, más que dibujos animados parecen dibujos desanimados. Ver a Luffy corriendo sobre un fondo en bucle me retrotrae a la época de los Picapiedra.

Es una pena que la contundencia que es capaz de transmitir Oda con un golpe en una sola viñeta, los animadores de Toei no sepan transmitirla y los golpes acaben pareciendo caricias.

Este punto se debe a, como he dicho, el afán de Toei de minimizar gastos en un producto que tiene garantizado el éxito hagan lo que hagan. Sólo tienen un equipo de animación “bueno”, que se encarga de los capítulos importantes de las series de Toei, como los capítulos en los que un villano es derrotado. El resto de equipos, por falta de personal, de tiempo, o de ambos, no dan la talla en absoluto.

Y sí, normalmente las series cortas suelen tener un equipo dedicado en exclusiva y con el presupuesto suficiente. Pero Bleach o Gintama son series con un largo recorrido y su calidad de animación sigue a años luz de la que Toei es capaz de realizar.

Relleno muy prescindible

De vez en cuando Toei decide meter una saga de relleno, que no aparece en el manga, para distanciarse un poco del ritmo del manga o para promocionar alguna película. El problema de estos capítulos es que se construyen argumentalmente sobre la siguiente plantilla:

• Los sombrero de paja conocen a un niño, animal o anciano. (O incluso los 3 elementos a la vez).
• El nuevo personaje se convierte en el elemento central de la saga, toda acción de la tripulación de Luffy girará en torno a él.
• El niño/animal/anciano cuenta su aborrecible historia, y como un villano lo ha llevado a una situación límite.
• El nuevo villano, en el mejor de los casos, será una copia del último villano “canon”. En el peor, un villano con un nivel de poder que no debería suponer ningún problema para Luffy.
• Obviamente debe suponer un problema para Luffy, así que, por arte de magia, Luffy y su tripulación serán menos poderosos.

Que un anime con 1000 episodios sólo tenga una saga de relleno interesante (la del G5) es para darle una patada al “guionista” encargado de defecar semejantes episodios. Obviamente no pido ninguna clase de progreso interno en los protagonistas, ni nuevos ataques. Pero se pueden hacer aventuras intrascendentes pero entretenidas con el material disponible (y, como digo, la saga del G5 lo demuestra).

Por fortuna, en su mayoría son episodios que, simplemente, se pueden saltar e ignorar su existencia. Creo que la única saga en la que han metido episodios de relleno (y que consiguieron destrozar brutalmente) fue la saga de Foxy.

Qué funciona

One Piece

Bajo varias capas de suciedad, seguimos teniendo One Piece, el producto original, con sus carismáticos personajes, sus dosis de humor, drama y aventura, su mundo imaginativo y bien construido…

La animación de los momentos clave

Lo he dicho antes, pero Toei Animation tiene un equipo “bueno”, que se dedica a animar capítulos importantes de sus series, y se nota MUCHO cuando este equipo toma las riendas. Merece la pena ver en movimiento momentos como la pelea de Luffy vs Katakuri.

El apartado sonoro

Los actores de voz de la serie es lo único que ralla a un nivel sublime. Sería un crimen que no fuese así, dado el gran nivel que hay en Japón para el mundo del anime. Como curiosidad, dejo un video en el que se les ve en plena acción. A destacar al actor de Franky y su excéntrico aspecto:

Y no solo los actores de voz rescatan a la serie de la mediocridad. La banda sonora de la serie tiene temazos para todo tipo de momentos, tanto que cuando recuerdo ciertas escenas, lo primero que se me viene a la cabeza es la música que sonaba de fondo en ellas (por ejemplo cuando la banda se dirige hacia Arlong Park tras la petición de Nami)

Como único punto negativo, huele que sigan usando efectos de sonido heredados de “El Puño de la Estrella del Norte” y “Dragon Ball”.

La solución, One Pace

Revisitando la serie con mi mujer, llegué a mi punto más temido y dónde abandoné el anime en su momento, la saga de Dressrosa. Por resumirlo, la saga de Dressrosa tiene 102 capítulos en el manga, lo cual, a un ritmo normal, se traduciría en 51 episodios de anime. Sin embargo, Toei consiguió un hito en ralentizar el ritmo y consiguió adaptarlo en 118 episodios.

Fue entonces cuando, en un hilo de reddit, descubrí One Pace, un proyecto “fan” encargado de recortar los episodios de One Piece con el objetivo de mejorar su ritmo. Los resultados, con los números en la mano, parecen conseguir su objetivo (Dressrosa pasa a durar 48 episodios). Pero mi duda residía en si el producto no se resentiría aún más debido a los cortes.

La verdad que, en un principio, los cortes se notan, sobretodo cuando cortan escenas con música de fondo. Pero, lamentablemente, era una víctima necesaria, y lo cierto es que el ritmo de los capítulos mejora enormemente. Y con el paso de los capítulos se va notando la experiencia del equipo y van consiguiendo que hasta la música de fondo quede bien (imagino que quitando la original y metiéndola de nuevo sin cortes).

Una escena que me sorprendió gratamente fue la del ataque final contra Doflamingo, y es que consiguieron adaptar perfectamente lo que se transmite en el manga, arreglando el estropicio que hizo el anime.

Ver un capítulo de One Piece y que pasen varias cosas era una experiencia que no sentía desde tiempos lejanos, cuando aún debatíamos qué haría Luffy para vencer a un usuario de una fruta logia. Y es un disfrute ver la serie sin las carreras sin fin, sin los primeros planos infinitos cada vez que alguien se tira un pedo y sin los flashbacks que te recuerdan lo que has visto hace dos capítulos.

Un problema que detecté es la falta de coherencia con los nombres propios. He visto llamar de 3 formas distintas a la fruta de Ace (Mera mera fruit, Mera mera no Mi, Flame fruit). Detalles así son sencillos de prevenir y hacen que la calidad baje un poquito.

De todas formas, la gran pega es que, por ahora, sólo existen subtítulos en inglés y, a día de hoy, no parece haber planes para traducirlo a español (aunque están empezando a traducirlo en francés). No me cabe duda de que algún día existirán, pero hasta entonces, no recomendaría verla si no tienes unos conocimientos mínimos de inglés.

El proyecto de One Pace comenzó tras el salto temporal que se produce en la serie y, por lo tanto, la calidad de sus primeros arcos (Isla Gyojin, Punk Hazard y Dressrosa) está por debajo de lo que han conseguido después con más experiencia. Es por eso que uno de sus planes futuros es volver a reajustar esas sagas para arreglar cosas como los cortes de música y alguna escena que queda un poco liosa. También están ajustando poco a poco las sagas previas al salto temporal.

Aunque me permito darles una pequeña colleja, y es que queda muy bonito decir que Dressrosa ha quedado en 48 episodios, pero la realidad es que luego los episodios duran una media de 30 minutos (Hay alguno que dura más de 40 minutos). Si a un capítulo normal de One Piece le quitamos el opening y la recapitulación, se queda en unos 20 minutos. Si tenemos en cuenta que un episodio de One Pace adapta 2 capítulos del manga, y un episodio de One Piece adapta más o menos 1 del manga, podríamos decir que lo que realmente se quita de cada episodio son 5 minutos, y no 10 como podríamos pensar haciendo una regla de 3 con el número de episodios.

Aún así, esos 5 minutos hacen la diferencia. One Pace es, sin lugar a dudas, el producto a seguir, tanto si es tu primera vez o si es un revisionado (aún más motivos en este último caso), siempre y cuando puedas sortear la barrera del idioma. Desde aquí quiero dar mis felicitaciones al equipo de One Pace por un trabajo desinteresado y que hace del mundo un lugar más bonito y con menos relleno.